Herramientas para alcanzar la calidad en el producto.
El sistema de calidad total Poka Yoke.
Desde el momento en que se instauró la producción en masa y el trabajo en cadena, se han ido desarrollando estrategias y método para reducir el fallo humano en tareas monótonas y repetitivas como la colocación y ensamblaje de piezas en las industrias del automóvil y la electrónica, por poner dos ejemplos.
Pero este tipo de métodos no tenían un nombre definido hasta que llegó el ingeniero japonés Shigeo Shingo, que instauró lo que él llamó el sistema “baka-yoke”, “a prueba de tontos” en la fábrica de automóviles Toyota. Como el nombre no era muy acertado, lo renombró como sistema “Poka-Yoke” o traducido al español, ”a prueba de fallos”. Un fallo en una cadena de montaje supone un producto defectuoso, quizá uno entre mil, pero a la persona que compra un producto defectuoso no le parece que la marca sea una marca muy fiable porque solo tiene un fallo entre mil, sino que piensa que es una muy mala marca, que falla siempre. Esa impresión no se recupera así como así, y perjudica a la marca de por vida. Así que las casas comerciales han reducido hasta unos cuantos entre un millón el nº de fallos debidos a la cadena de montaje, gracias, entre otras cosas, al sistema poka yoke. Sin saberlo, estamos rodeados de ese sistema de conexión de piezas, unas con otras. Desde el cinturón de seguridad que solo entra en nuestro broche, la llave que solo entra de una forma en la cerradura de casa, la conexión USB del ordenador, la forma de la tarjeta del teléfono móvil, la forma del chip microprocesador que hay dentro de cada ordenador, con una esquina achaflanada, las tarjetas de memoria RAM, con una ranura que impide ponerla al revés, la detención del horno microondas cuando se abre la puerta, etc. La lista de ejemplos es amplísima y no solo se usa la forma de un objeto como variable a mejorar, también el orden de realización de un proceso puede ser controlado por un ordenador para que el operario haga las cosas una tras otra, como debe, sin margen de error. Un simple cambio de dedo del anillo, que te hace recordar que tienes que visitar a tu abuela en el hospital, eso es el método poka Yoke, la forma de las herramientas, pintada en el tablero del taller que nos indica dónde va cada una de ellas y dónde iremos a buscarla la próxima vez que nos haga falta, eso es poka Yoke. Otro ejemplo más de la filosofía poka yoke: Los cajones de los archivadores pesan mucho, y cuando se abren cambian el centro de gravedad del archivador entero, pudiendo llegar a provocar el vuelco del archivador hacia la persona que abre los cajones. Una manera de evitar esto es bloqueando la apertura de más de una cajón a la vez. Problema solucionado, método poka yoke.
El sistema de calidad total Poka Yoke.
Desde el momento en que se instauró la producción en masa y el trabajo en cadena, se han ido desarrollando estrategias y método para reducir el fallo humano en tareas monótonas y repetitivas como la colocación y ensamblaje de piezas en las industrias del automóvil y la electrónica, por poner dos ejemplos.
Pero este tipo de métodos no tenían un nombre definido hasta que llegó el ingeniero japonés Shigeo Shingo, que instauró lo que él llamó el sistema “baka-yoke”, “a prueba de tontos” en la fábrica de automóviles Toyota. Como el nombre no era muy acertado, lo renombró como sistema “Poka-Yoke” o traducido al español, ”a prueba de fallos”. Un fallo en una cadena de montaje supone un producto defectuoso, quizá uno entre mil, pero a la persona que compra un producto defectuoso no le parece que la marca sea una marca muy fiable porque solo tiene un fallo entre mil, sino que piensa que es una muy mala marca, que falla siempre. Esa impresión no se recupera así como así, y perjudica a la marca de por vida. Así que las casas comerciales han reducido hasta unos cuantos entre un millón el nº de fallos debidos a la cadena de montaje, gracias, entre otras cosas, al sistema poka yoke. Sin saberlo, estamos rodeados de ese sistema de conexión de piezas, unas con otras. Desde el cinturón de seguridad que solo entra en nuestro broche, la llave que solo entra de una forma en la cerradura de casa, la conexión USB del ordenador, la forma de la tarjeta del teléfono móvil, la forma del chip microprocesador que hay dentro de cada ordenador, con una esquina achaflanada, las tarjetas de memoria RAM, con una ranura que impide ponerla al revés, la detención del horno microondas cuando se abre la puerta, etc. La lista de ejemplos es amplísima y no solo se usa la forma de un objeto como variable a mejorar, también el orden de realización de un proceso puede ser controlado por un ordenador para que el operario haga las cosas una tras otra, como debe, sin margen de error. Un simple cambio de dedo del anillo, que te hace recordar que tienes que visitar a tu abuela en el hospital, eso es el método poka Yoke, la forma de las herramientas, pintada en el tablero del taller que nos indica dónde va cada una de ellas y dónde iremos a buscarla la próxima vez que nos haga falta, eso es poka Yoke. Otro ejemplo más de la filosofía poka yoke: Los cajones de los archivadores pesan mucho, y cuando se abren cambian el centro de gravedad del archivador entero, pudiendo llegar a provocar el vuelco del archivador hacia la persona que abre los cajones. Una manera de evitar esto es bloqueando la apertura de más de una cajón a la vez. Problema solucionado, método poka yoke.
No hace mucho, murió un bebé en un hospital de El Ferrol al administrarle alimento que debería haber ido a través de una sonda al estómago, y por error se conectó a una sonda intravenosa. Error provocado por no usar conexiones diferentes.
En 1999, en Madrid, dos pacientes en una clínica recibieron Nitrógeno en vez de Oxígeno en sus mascarillas debido a una manipulación en las boquillas de salida de los gases. Ambas boquillas tienen formas diferentes y es imposible que alguien se confunda, si no es a propósito.
Como se ve, nuestra vida estaría mucho más llena de errores, a veces fatales, si no existiera este sencillo método que nos evita tener que pensar y elegir, y nos deja sólo una posible manera de hacer las cosas, bien.
En 1999, en Madrid, dos pacientes en una clínica recibieron Nitrógeno en vez de Oxígeno en sus mascarillas debido a una manipulación en las boquillas de salida de los gases. Ambas boquillas tienen formas diferentes y es imposible que alguien se confunda, si no es a propósito.
Como se ve, nuestra vida estaría mucho más llena de errores, a veces fatales, si no existiera este sencillo método que nos evita tener que pensar y elegir, y nos deja sólo una posible manera de hacer las cosas, bien.